Recomendaciones para pacientes con hiperplasia prostática benigna (hpb)

Si ha sido diagnosticado con hiperplasia prostática benigna, queremos contarle algunas pequeñas modificaciones en los hábitos de vida que pueden proporcionar efectos beneficiosos en los síntomas de ésta. Siguiendo estos consejos, pueden mejorar los síntomas de la enfermedad y, en algunos casos, se puede incluso retrasar la necesidad de tratamiento farmacológico o quirúrgico (1,2).

• Reducir la ingesta de líquidos a horas concretas del día, para disminuir la necesidad de orinar con frecuencia cuando esto resulta más incómodo (por ejemplo, por la noche o al salir de casa). No obstante, es importante no disminuir el consumo diario de agua (2).
• Evitar el sedentarismo y hacer paseos (1).
• Esperar a vaciar la uretra del todo para evitar el goteo posterior a la micción (2).
• Usar técnicas de relajamiento y de doble micción: después de orinar, esperar 2-3 minutos y volver a intentarlo (2).
• Evitar el estreñimiento (2). Consumir para esto abundantes frutas y verduras.
• Evitar el consumo de cafeína y alcohol, ya que tienen un efecto diurético e irritante que podría aumentar la frecuencia y urgencia de orinar durante el día y por la noche (2).
• Utilizar técnicas de distracción, como compresión del pene, ejercicios respiratorios, presión del periné y «trucos mentales» para olvidarse de la vejiga y del cuarto de baño (2).
• Reentrenamiento vesical para «aguantar» el deseo sensitivo de orinar, con el fin de aumentar la capacidad de la vejiga (hasta unos 400 ml) y, de este modo, alargar el tiempo entre micciones (2).
• Revisar la medicación que toma, con la ayuda de un médico, y optimizar la hora de administración o sustituir unos medicamentos por otros con menos efectos urinarios (2).

Referencias:

1. Rosas MR. Hiperplasia benigna de próstata. 2006;25.

2. EAU Guidelines. Edn. presented at the EAU Annual Congress Amsterdam 2022. ISBN 978-94-92671-16-5.