La enfermedad de Parkinson requiere una adaptación integral y progresiva en todas las áreas de la vida, esto con el objetivo de crear una cotidianidad más agradable y alineada en mantener una adecuada calidad de vida para el paciente, su familia y cuidadores. Teniendo en cuenta lo anterior, es indispensable seguir las recomendaciones que se describen a continuación:
Casa:
- Debe estar organizada de manera que no existan posibles peligros, como, por ejemplo, suelos lisos, esteras o alfombras no fijadas, cables eléctricos que cuelguen o desorden general que pueda causar caídas.
- Los muebles han de situarse de manera que el paciente no pueda tropezar.
- Colocación de un pasamanos en las escaleras.
- Es conveniente tener en lugar de un sillón, del que puede resultar difícil levantarse, una silla estable con respaldo alto.
- Si le resulta difícil ponerse de pie, puede diseñarse una silla con cojín y resorte que facilite al paciente ponerse de pie.
- En ocasiones, una silla de oficina giratoria con ruedas puede ser de utilidad para girarse o desplazarse.
- Existen teléfonos especiales con botones con memoria para marcar los teléfonos más frecuentes y también amplificadores para hablar.
Dormitorio:
- Conviene que la cama tenga una altura adecuada.
- Si existe dificultad para dar la vuelta en la cama, se pueden utilizar unos escarpines, que permiten a los pies agarrarse a la cama y girar mejor.
- Las sábanas y pijamas de satín pueden facilitar la movilización.
- Se puede reducir el peso de las mantas usando un edredón ligero o elevando la ropa de la cama, colocando al pie una caja de cartón.
Cocina:
- No debe haber ningún obstáculo en el suelo. Los utensilios deben estar en sitio fácilmente accesible.
- Se deben modificar las alturas de las estanterías para que estén más a mano.
- Conviene tener en casa una reserva de alimentos envasados.
- En la cocina serán muy útiles los objetos que no se rompan, platos y vasos de plástico u otro material que no sea cerámica o porcelana.
- Tener total precaución con la presencia y uso de cuchillos y otros cortopunzantes.
Referencias:
Opara JA, Brola W, Leonardi M, Blaszczyk B. Quality of life in Parkinson’s disease. J Med Life. 2012;5(4):375-81.