Hipertensión | 2023-06-14 16:52:03
La hipertensión arterial es una condición médica en la que la presión en las arterias es elevada de forma constante. Si bien hay muchos factores que pueden contribuir a la hipertensión, como la genética, la edad y el estrés, uno de los factores más importantes es el exceso de peso.
La obesidad y el sobrepeso son factores de riesgo importantes para desarrollar hipertensión arterial. Cuando el cuerpo tiene más grasa de la que necesita, el corazón tiene que trabajar más para bombear la sangre a través del cuerpo. Esto aumenta la presión arterial y puede causar daño a los vasos sanguíneos y otros órganos. Además de aumentar el riesgo de hipertensión, el sobrepeso y la obesidad aumentan el riesgo cardiovascular a través de efectos adversos sobre los lípidos, la resistencia a la insulina y otros procesos cardio metabólicos (1). Otros efectos adversos del sobrepeso y la obesidad incluyen un mayor riesgo de cáncer, enfermedad renal crónica, osteoartritis, otras comorbilidades y una mayor mortalidad por todas las causas (2).
Es por esto, que bajar de peso es una de las formas más efectivas de controlar la hipertensión arterial. Incluso perder solo un poco de peso puede hacer una gran diferencia en la presión arterial. La pérdida saludable de un mínimo de entre el 5 y el 10% del peso corporal se asocia con disminución de factores de riesgo, como la HTA y el colesterol, que son una causa principal de las ECV.
La pérdida saludable y mantenida en el tiempo de al menos un 5% del peso en personas con obesidad, aunque no lleve al peso ideal, reporta beneficios relacionados con la hipertensión, la hiperlipidemia, la diabetes y las enfermedades respiratorias (3). Varios estudios en pacientes con presión arterial alta han demostrado que perder peso puede reducir en promedio 4,5/3,2 mmHg la presión arterial sistólica/diastólica (4). Sin embargo, cuanto más peso se pierda, mayor será la reducción de la presión arterial. Es fundamental tener en cuenta que perder peso rápidamente conlleva riesgos de desarrollar cálculos biliares, inflamación de la vesícula biliar y, a largo plazo, volver a ganar peso rápidamente. Por lo tanto, es importante que la pérdida de peso se realice de manera gradual y segura.
Para bajar de peso de manera efectiva y segura, es importante establecer un plan de alimentación saludable y hacer ejercicio regularmente.
Esto puede incluir:
Comer una dieta saludable y equilibrada: esto implica reducir el consumo de alimentos procesados y ricos en grasas y azúcares. En su lugar, opte por alimentos frescos y naturales, como frutas, verduras, carnes magras y pescado (1).
Reducir la ingesta de sal: la sal es un contribuyente importante a la hipertensión arterial. Por lo tanto, reducir la cantidad de sal en su dieta puede ayudar a reducir la presión arterial (1).
Hacer ejercicio regularmente: el ejercicio regular puede ayudar a quemar calorías y mejorar la salud cardiovascular en general. Comience con algo simple, como caminar o andar en bicicleta, y aumente gradualmente la intensidad y duración (1).
Controlar el estrés: el estrés crónico puede contribuir a la hipertensión arterial. Encuentre formas de relajarse, como practicar yoga, meditar o hacer ejercicios de respiración profunda (1).
Además de estas medidas de estilo de vida, también puede ser útil tomar medicamentos para la hipertensión arterial según lo prescrito por su médico. Sin embargo, es necesaria la implementación de cambios en el estilo de vida como el control de peso a través de cambios en la dieta y el ejercicio, éstos además pueden reducir la necesidad de medicamentos y mejorar la salud en general.
Referencias: