Tabaquismo como factor de riesgo cardiovascular
Tabaquismo como factor de riesgo cardiovascular

Hipertensión | 2022-01-11 16:46:43

Tabaquismo como factor de riesgo cardiovascular

El tabaquismo es una de las adicciones más marcadas en la historia humana.
Tabaquismo como factor de riesgo cardiovascular

El tabaquismo es una de las adicciones más marcadas en la historia humana. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el tabaquismo, en muchos países, se ha convertido de manera indirecta, en la primera causa de muertes reversibles, así como en la causa principal de pérdida de años de vida útil en el ser humano. Según esta misma organización, existen más de 1.250 millones de fumadores en todo el mundo. El tabaquismo es reconocido, desde hace varios años, como un problema de salud pública pues se calcula que cada año mueren casi 6 millones de personas por su consumo y de ese total, 600.000 son consumidores pasivos.

El elemento activo, adictivo y nocivo en el cigarrillo, es la nicotina. Esta sustancia se encuentra naturalmente en las plantas de tipo Nicotiana, o plantas de tabaco, de donde se sustrae este componente químico para ser incorporado a las múltiples presentaciones de tabaco para el consumidor. La más común, se elabora en forma de cigarrillo para ser fumado, objeto que resulta muy cómodo y práctico para el adicto al tabaco.

Tabaquismo Activo y Pasivo

Tal como se ha evidenciado, los daños causados por el tabaquismo alcanzan aspectos físicos y mentales en quien fuma. Pero su alcance no se limita únicamente a las personas que fuman. Varios estudios han demostrado que los fumadores pasivos, es decir, aquellas personas que no fuman pero que están en contacto estrecho y prolongado con fumadores, tienen también una tasa mayor de complicaciones para su salud, y desarrollan síntomas y condiciones médicas similares a las que padece el consumidor directo.

Al momento de aspirar el humo del tabaco, ya sea directa o indirectamente, la persona estaría ingresando a su cuerpo unas 4.500 sustancias químicas aproximadamente, lo que resulta en una exposición alarmante a sustancias tóxicas. La concentración de estas sustancias en el cuerpo humano depende, en mayor medida, de la cantidad de tabaco que el adicto aspire o consuma en un lapso de tiempo determinado y no a la concentración de estas sustancias en la presentación del tabaco que consuma.

Dentro de este grupo de sustancias químicas, es importante destacar, a la nicotina y el monóxido de carbono, ya que estas representan las más nocivas para el cuerpo humano y todo el aparato circulatorio. Este aumento del riesgo de padecer un mayor número de enfermedades, se asocia con los efectos de éstos tóxicos a nivel del organismo. Tanto la nicotina como el monóxido de carbono, son sustancias que logran entorpecer enormemente el normal funcionamiento del flujo sanguíneo. Además, la nicotina genera modificaciones en el proceso de coagulación, aumenta el colesterol malo, reduce el colesterol bueno y produce la liberación de sustancias como la adrenalina, que puede ocasionar daños en el interior de las arterias. Por su parte, el monóxido de carbono reduce la cantidad de oxígeno aportada al corazón, sube el colesterol y genera propensión a que las plaquetas se unan y formen coágulos.

El tabaquismo puede generar múltiples condiciones médicas tales como:

  1. Varios tipos de cáncer: pulmón, riñón, vejiga, laringe, faringe, hígado y otros tipos.
  2. Enfermedades cardiovasculares: infartos, accidentes cerebro vasculares, aneurismas.
  3. Enfermedades respiratorias: bronquitis crónicas, obstrucciones pulmonares, infecciones pulmonares repetitivas)
  4. En las mujeres, adicional a lo anterior, puede provocar daños en el aparato reproductivo.

En general, el tabaquismo desmejora la calidad de vida de manera directa o indirecta. Tan solo fumar un cigarrillo, sube la presión arterial, altera el ritmo cardíaco y aumenta la frecuencia respiratoria. Al aspirar el humo del cigarrillo se produce irritación de las vías respiratorias, adicional al aumento en la producción de mucosa, lo que se convierte en una batalla del cuerpo para expulsar estos excesos. Este conflicto en nuestro organismo, a su vez, se traduce en tos, provocada por el cuerpo como reacción natural buscando limpiar sus vías respiratorias. De esta manera, el consumidor de tabaco verá afectada en gran medida toda su capacidad pulmonar, obteniendo como resultado cansancio constante y una menor resistencia física en el día a día, desmejorando toda su calidad de vida.

A pesar de que en la actualidad aún hay cifras importantes de personas adictas al tabaco, es igualmente cierto que cada día son más las personas que dejan de fumar, debido a lo nocivo de este hábito y a los daños que puede ocasionarle a la salud. No olvide que uno de los consejos más valiosos que le pueden ayudar a tener una mejor salud cardiovascular, es alejarse por completo del cigarrillo.

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