Cómo controlar los factores de riesgo cardiovascular modificables
Cómo controlar los factores de riesgo cardiovascular modificables

Hipertensión | 2022-01-11 15:49:55

Cómo controlar los factores de riesgo cardiovascular modificables

Se llama riesgo cardiovascular a la probabilidad de padecer enfermedades cardiovasculares tales como: Ataque al corazón (infarto al miocardio), angina de pecho, arritmia, insuficiencia cardíaca, muerte súbita, entre otras. Esta probabilidad depende de factores de riesgo modificables y de otros que no lo son.
Cómo controlar los factores de riesgo cardiovascular modificables

Se llama riesgo cardiovascular a la probabilidad de padecer enfermedades cardiovasculares tales como: Ataque al corazón (infarto al miocardio), angina de pecho, arritmia, insuficiencia cardíaca, muerte súbita, entre otras. Esta probabilidad depende de factores de riesgo modificables y de otros que no lo son.

Los factores de riesgo modificables son aquellos sobre los que podemos actuar para cambiar sus consecuencias: presión arterial elevada (hipertensión arterial), azúcar alta en la sangre (diabetes), niveles elevados de colesterol en sangre (hipercolesterolemia), tabaquismo, obesidad, vida sedentaria, alcoholismo y consumo de drogas.

Los factores no modificables son: edad, sexo, raza o etnia y los antecedentes familiares.

Si bien es cierto que una persona puede sufrir de hipertensión arterial o de diabetes y no puede cambiar ese hecho, si es posible modificar el impacto de estas enfermedades sobre el riesgo cardiovascular si el paciente se decide a controlar adecuadamente esas enfermedades. A continuación, encontrará recomendaciones para ayudarle a controlar los factores de riesgo modificables:

HIPERTENSIÓN ARTERIAL

El término hipertensión es utilizado para referirnos a la presión o tensión arterial alta de la sangre. Este es el factor de riesgo más importante en el desarrollo de la enfermedad cardiovascular y se refiere a la fuerza con que la sangre “golpea” las paredes de las arterias al circular a través de ellas.

La hipertensión arterial daña las arterias y favorece su obstrucción o que se rompa la pared arterial.

Reducir la hipertensión arterial requiere que el paciente asuma cambios en su estilo de vida: dejar de fumar, moderar su consumo alcohol, mantener un peso corporal saludable, ejercitarse, tomar mucha agua, reducir el estrés, hacer una dieta sana y variada (que incluya potasio y fibra) y minimizar el consumo de sal. Además, su médico puede recetarle fármacos antihipertensivos.

 DIABETES

La diabetes es una enfermedad caracterizada por tener niveles de azúcar persistentemente elevados en la sangre. Ese exceso de azúcar daña las arterias, por eso las personas diabéticas tienen mayor riesgo cardiovascular. Un adecuado control de la diabetes es recomendable para reducir sus complicaciones. Para controlar la diabetes, el paciente debe cambiar el estilo de vida: reducir su peso, hacer ejercicio y realizar una dieta apropiada para evitar que haya fluctuaciones en los niveles de azúcar.

Aquellos diabéticos que no pueden controlar sus niveles de azúcar en sangre sólo con cambios en su estilo de vida, deben usar medicamentos antidiabéticos que pueden orales o inyectables como la insulina.

NIVELES ALTOS DE COLESTEROL LDL

Se llama colesterol, a un tipo de grasa que está en la sangre. Existe un colesterol “bueno” o HDL y un colesterol “malo” o LDL. El nombre LDL viene de la abreviatura en inglés de “lipoproteínas de baja densidad” que es el nombre científico de ese tipo de colesterol. El exceso de colesterol LDL (hipercolesterolemia o dilsipidemia) produce depósitos de grasa en las paredes de las arterias, afectando la circulación y multiplicando el riesgo cardiovascular.

Quienes padezcan hipercolesterolemia deben recibir medicamentos capaces de reducir la producción de colesterol en el hígado; estos medicamentos se conocen como estatinas. Además, deben seguir una dieta baja en grasas saturadas y hacer ejercicio físico moderado. TABAQUISMO Las personas que fuman, tienen doble riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares que las no fumadoras. El tabaco favorece la hipertensión arterial y reduce el colesterol “bueno”. Lamentablemente, el tabaquismo pasivo también aumenta este riesgo. Por lo tanto, se recomienda no fumar y evitar la exposición pasiva al tabaco.

OBESIDAD

Está asociada a la hipertensión arterial, diabetes y elevación del colesterol. Para evitar este factor de riesgo, se recomienda mantener por debajo de 25 el índice de masa corporal y la mejor manera de lograrlo es con la combinación de una dieta adecuada y ejercicio.

VIDA SEDENTARIA

Este es uno de los factores de riesgo más frecuentes en nuestra sociedad actual. Se asocia con un aumento del colesterol, hipertensión, obesidad y otros factores de riesgo. La actividad física aumenta los niveles de colesterol HDL y reduce el colesterol LDL. También ayuda a controlar la hipertensión arterial, la diabetes, y el peso corporal. Se recomienda 30 minutos de ejercicio diario de intensidad moderada 5 veces a la semana, es decir, 150 minutos a la semana.

Usted puede controlar los factores de riesgo cardiovascular modificables, una vez que tome la decisión de hacer cambios sustanciales en su estilo de vida, que incluyan la práctica de hábitos más saludables y atender a las recomendaciones de su médico.

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